El martes a eso de las 2 am me dieron ganas de algo dulce. Como esta no es mi casa (bueno, sí, pero no me acostumbré), no estaba segura de qué iba a encontrar. Empecé a revolver y encontré zucaritas. En cualquier casa en la que vivan chicos/adolescentes, es normal encontrar cereales no? Bueno, en mi casa no.
Mi mamá nunca me compraba cereales porque "me los comía todos en un día" (era ansiosa y obesa), por lo tanto, para mi, los cereales son una de esas cosas a las que no estoy acostumbrada a comer, y por lo tanto considero un 'manjar', como dicen en la TV.
Bueno, volviendo al tema de los cereales, fui, agarré un bowl (que tardé 3 minutos en encontrar, y aunque parezca poco, traten de dedicarle 3 minutos a algo, se sorprenderían de lo largos que se hacen), y cuando abrí la heladera, no había leche. Frustrada, me fui a dormir (mentira, a la PC).
Al día siguiente, es decir, miércoles, la escena se repitió. Yo, ingenua, asumí que alguien había comprado leche. ERROR. Teniendo en cuenta que ese alguien podía solo ser mi tía, porque estamos sólo ella y yo, y que en ningún momento ella fue al supermercado, yo sabía por adelantado que no iba a haber leche. En algunos lugares le dicen esperanza, pero yo creo que fue estupidez nada más.
Hoy, día jueves, (o ayer, porque ya es la 1:37), dije BASTA, y decidí hacer algo, porque evidentemente, iba a seguir teniendo antojos de cereales con leche. Mi tía necesitaba pollo para la cena, entonces me ofrecí a ir al supermercado y de paso comprar leche. No es un ofrecimiento muy noble, el Disco queda enfrente, pero bueno, algo es algo.
Fui, compré el pollo, una botella de 3 lts. de Coca Zero y una preparación para volcán de chocolate. Después volví a mi casa, me conecté, cené y me volví a conectar (mi vida consiste de eso ultimamente).
Hace un ratito, me dieron ganas de algo dulce (chocolate por la noticia), y fui a la cocina, agarré los cereales, el bowl -previamente guardado en un lugar encontrable- y abrí la heladera para buscar la leche, chocha, porque yo sabía que había comprado leche.
Obviamente, y si leyeron (a quién quiero engañar, sé que nadie lee esto) con atención más arriba, sabrán que no compre leche. No, no compré leche y por tercera noche consecutiva no tenía con qué comer mis cereales.
Es por eso que me acabo de terminar el segundo plato de Zucaritas con Cindor. YUM.